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miércoles, 13 de junio de 2012
La otitis externa es la principal
patología que tratan los otorrinos del Hospital Reina Sofía en Urgencias
durante el verano
La población infantil es la más afectada
por esta enfermedad durante los meses de calor debido a los frecuentes baños en
piscinas y playas
Más de la mitad de los episodios urgentes que precisan atención por parte
de los especialistas en Otorrinolaringología del Hospital Universitario Reina
Sofía se deben a la otitis externa, una enfermedad inflamatoria del conducto
auditivo externo que se da con más frecuencia en la población infantil y
asociada a los baños en la playa o piscina durante los meses estivales.
Cada verano pasan por el complejo sanitario cordobés más de 500 pacientes
(unos seis al día) con esta patología, que también se conoce como otitis del
nadador o de las piscinas porque está muy relacionada con los baños durante el
verano, ya que la humedad y el calor favorecen su aparición.
Los principales síntomas de esta enfermedad son dolor, supuración y pérdida
de audición –que se recupera en su totalidad cuando la infección se ha
controlado-, mientras que en las afectaciones más agudas pueden venir acompañadas
de picor, fiebre y malestar general.
Bacterias y hongos
La otitis externa se clasifica en dos tipos según las causas que la
provocan, que puede ser por bacterias (entre el 80 y el 90% de los casos) y por
hongos (entre el 10 y el 20% de los episodios). Las que pertenecen a la primera
clasificación son más doloras y las menos frecuentes destacan por el intenso
picor que producen en los pacientes.
La otorrino del hospital cordobés, Irene Vacas, explica que, a diferencia
de la que se produce a nivel medio o interno, la otitis de localización externa
es una patología banal que habitualmente se atiende en Atención Primaria y
también en Urgencias de los centros hospitalarios, tanto de adultos o infantil.
En el caso del Hospital Reina Sofía, son los otorrinos que se encuentran de
guardia quienes se ocupan del tratamiento de estos pacientes, que en escasas
ocasiones precisan ingreso hospitalario.
La doctora indica que la mejor manera de prevenir esta enfermedad pasa por
evitar el baño en aguas que no reúnan las condiciones higiénicas y sanitarias
exigidas como por ejemplo en pantanos o piscinas que no superen los controles
recomendados. Por tanto, insiste la espedialiasta, la primera recomendación es
que no entre agua en el oído. Tampoco está indicado el uso de bastoncillos ni
tampoco de otros objetos que puedan taponar la zona.
Tratamiento
El tratamiento de la otitis externa depende de la gravedad de la infección
y del dolor del paciente. El primer paso es aspirar las secreciones mediante
otomicroscopios para que la medicación basada en gotas de antibiótico penetre
en el oido. Este tratamiento se administra de forma prolongada entre 5 y 7
días, que se amplía hasta los 7 a 10 días cuando el tratamiento es con gotas de
antifúngicos.
La especialista señala que han de extremar la precaución algunos pacientes
predispuestos, como las personas diabéticas o inmunodeprimidas, ya que en ellos
esta patología puede generar infecciones severas denominada otitis externa
maligna.
La otitis, tanto externa como media, es una enfermedad prevalentemente
pediátrica debido a las características anatómicas y la susceptibilidad del
sistema inmune de los niños. Se estima que más del 60% de los lactantes sufrirá
varios episodios en su primer año de vida y más del 90% en los primeros 5 años
de vida.
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